Enseñar a leer a los niños es importante para que comiencen a comprender otros mensajes más allá de la comunicación oral. Se puede enseñar a leer jugando, o se puede aprender por presión en la escuela. Pero, entre más entretenido y placentero sea este proceso, más beneficios aportará a su crecimiento.
La importancia de saber leer
Cuando nacemos, con el desarrollo del habla, nuestro cerebro comienza a establecer nuevas capacidades y a fundar conexiones entre:
- Nuestra individual forma de percibir el mundo y los parámetros establecidos.
- El entorno que nos rodea y esos mismos parámetros.
- La relación entre ambos.
El desarrollo del sentido del habla es entonces el proceso que habilita al ser humano para la comunicación. La lectura y la escritura son una parte fundamental de ese proceso, pues nos permitirán interpretar y expresar los diferentes mensajes que nos rodean o lo que deseamos manifestar.
Hoy en día, con la llegada de las tecnologías de la comunicación, la necesidad de saber leer y escribir se hace más presente que nunca, pues el 70% de los mensajes que asimilamos actualmente son transmitidos a través de medios escritos.
Estudios recientes muestran además que el proceso de la lectura estimula también esas zonas del cerebro donde se genera y perfecciona el movimiento. “Aparentemente hay similitudes entre la forma en que el cerebro reacciona al leer sobre algo y al experimentarlo”, asegura el Profesor de psicología Raymond Mar, de la Universidad de York en Toronto.
Lo que esto quiere decir es que cuando leemos sobre un niño que lanza una pelota, en nuestro cerebro se encienden aquellas zonas que controlan el movimiento del brazo, el balanceo del cuerpo y el propio lanzamiento de la pelota.
Gracias a este descubrimiento muchos neurólogos han podido relacionar el proceso de la lectura a nuestra capacidad para socializar y comportarnos en el día a día.
Finalmente, la lectura es una de las mayores fuentes de placer tanto para niños como para adultos. Es importante aprender a convertirla en un proceso fascinante y no generar rechazo hacia la misma.
Cuándo enseñar a leer
En Finlandia, uno de los países donde los niños consiguen mejores resultados académicos, no se les enseña a leer hasta los 7 años. Ya que alegan que es necesario que su aprendizaje ocurra de manera espontánea e intuitiva. O dicho de otro modo, cuando el mismo niño comience a percibir que hay un segundo nivel de comunicación más allá de la comunicación hablada.
Entonces ¿debes esperar a que tu hijo tenga 7 años para enseñarle a leer? No. Será él quién en un momento dado comience a interesarse por intentar descifrar otros mensajes o a pedir “la traducción” de palabras que mira por la calle.
De modo que si a los 3 años de edad un niño se muestra interesado por la lectura y por descifrar lo que tanto miran los mayores en libros, móviles y periódicos, es entonces cuando debemos introducirlo al aprendizaje de dicho proceso.
Tan solo así tu hijo desarrollará el placer por la lectura, así como también la importancia de hacerlo bien. Solo así podrá descifrar por sí mismo los mensajes y esta será su propia motivación.
Cómo enseñar a leer en clase
Si eres personal docente, en Akros te ofrecemos una gran variedad de juegos perfectos y eficaces para fomentar el aprendizaje en la lectura en niños pequeños.
Hacerlo de manera divertida y participativa, según los expertos, es la mejor forma para que los niños se interesen y se sumerjan en el mundo de los libros y la lectura. Es importante que toda la clase participe en el ‘juego’ que se plantee, ya que unos a otros pueden motivarse y ayudarse.
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Métodos de lectura tradicionales y modernos
Se habla dos principales métodos para enseñar a leer a los niños, uno es el tradicional o llamado global y otro es el analítico.
El primero se centra en la asociación de las palabras a sus significados para establecer conexiones entre el ideograma y su significado. Está basado en la repetición y memorización.
El método analítico, quizás con el que enseñaron a muchos de nosotros, va progresando de la letra a la sílaba, de la sílaba a la palabra y de allí a la frase. Este método permite al niño comprender el porqué del lenguaje escrito con mayor eficacia.
Por ultimo, hay un tercer método, llamado Doman. Esta fue desarrollado por el Dr. Glenn Doman –creador también del método analítico o por asociación– para promover el aprendizaje temprano. El método está basado en los bits de inteligencia y se centra en establecer relaciones entre imágenes y palabras.
Método global (tradicional)
Este método se basa en la repetición y busca que el niño aprenda a asociar la palabras con objetos. La idea es lograr la asociación del vocablo con su equivalente y luego, cuando el niño está familiarizado con los vocablos, se pasará a su descomposición para que él pueda comprender cómo se forman las palabras.
Es este el método que se usa para ayudar a niños con problemas para acceder a la lectura. Hay estudios que afirman que el proceso de síntesis aumenta la velocidad lectora.
Sin embargo, sus desventajas pueden aparecer más tarde. Las más notorias son las faltas de ortografía y poca precisión al formar palabras.
Método analítico o silábico
El método analítico fue desarrollado para trabajar progresivamente desde las letras (abecedario) a las sílabas y luego a la palabra. Este método intenta agregar el elemento dinámico al proceso de la lectura y estimula el uso de la lógica.
Aprendiendo las letras por separado se espera que el niño sea capaz de mezclarlas intuitivamente para formar las palabras. Según ciertos expertos, el método analítico ayudaría al niño a mejorar las faltas de ortografía y a desarrollar la competencia del hablante.
Cualquier proceso de lectura, sin embargo, está basado en la visualización. Pero, sólo el analítico ofrece un campo para el análisis y descomposición de las palabras en sus partes más pequeñas.
Además, de la imagen de las letras y de la palabra completa, también se comienza desde temprano a asignar fonemas a cada grafemas. De este modo, se establece la relación entre las letras y sus sonidos. Así será el niño quien por sí mismo comience a intuir las posibles combinaciones.
Método Doman
Es recomendado para niños más pequeños y en un intento de ayudarlos a familiarizarse con los significados. Creado por Glenn Doman, el precursor del método global.
Este método también se basa en la asociación por repetición y para ello se usan los bits de inteligencia. Los cuales son fichas de gran simplicidad, con fondos blancos para evitar distracciones.
En estas fichas se agrupan las palabras por grupos de la misma especie. Es decir: animales, medios de transporte, piezas de ropa, partes de la casa, etc. Lo que se busca es que el niño relacione los sonidos a los objetos incluso mucho antes de ponerse en contacto con el abecedario.
Cómo elegir el mejor método para tu hijo o alumno
Aunque cada método tiene sus ventajas y desventajas, recientemente se ha optado por una combinación de ambos métodos.
Esto fortalecerá las herramientas del hablante para poder traducir los significados en vocablos y comprender sus referentes y demás elementos del lenguaje.
Iniciando al niño desde temprana edad con el método Doman o con el global, podrían fortalecerse ciertas habilidades del habla. Pero es necesario combinarlo.
En cuanto el niño comience a mostrar interés con el método analítico, el cual le ayudará a desarrollar su autonomía lectora, lo ideal es practicar en casa con juegos que potencien el lenguaje.
Cómo enseñar a leer en dos idiomas
La importancia del bilingüismo ha ido ganando popularidad en los últimos años. Hoy en día se ha demostrado que cuando se habla más de un idioma se establecen nuevas conexiones en el cerebro.
Ser bilingüe no sólo ayuda en la parte del lenguaje sino también a nivel social. Lo importante es no forzar al niño, ni imponer el segundo idioma por sobre la lengua materna.
Aquellos niños a los que se les habla en dos idiomas desarrollarán más tarde su capacidad lectora. Puede que incluso aprendan a leer en la segunda lengua antes que en su lengua materna.
Pero la idea es establecer un espacio de jovialidad en torno al lenguaje. Hay que permitirle al niño elegir naturalmente los diferentes estados de este proceso. En otras palabras, hay que darles la libertad para avanzar a su propio ritmo y según lo manifieste su propia curiosidad.
Enseñar a leer jugando
El juego siempre resultará para el niño menos tedioso que una clase. Por eso aprender jugando es una forma práctica y divertida de enseñarle diversas lecciones a tus hijos. Jugando aprenderá y se divertirá al mismo tiempo.
Existen miles de métodos para enseñar a leer jugando. Puedes emplear juegos que refuercen los conocimientos de una clase o hacer de la clase por completo un juego. Siempre habrá la manera de hacer el proceso de aprendizaje algo más divertido, solo tienes que ser un poco creativo.
Es muy importante que no dejes todo el trabajo sobre el educador. Tú, como padre, también puedes potenciar el aprendizaje de tu hijo, especialmente en algo tan básico como aprender a leer.
Comenzar a hacer juegos en casa para que el niño aprenda palabras, letras y sus sonidos es realmente ideal para su educación. Algunos de los juegos que puedes emplear son:
- Sopas de letras.
- Juegos donde requiera emplear la escritura.
- Escribir cuentos.
- Escribir mensajes de texto para familiares y leer las respuestas (vía móvil).
Un incentivo que puedes aplicar de vez en cuando tras cada lección es premiarle con algo que le guste. También debes reconocer cada logro para darle ánimo a conseguir más. Emplea cada una de las técnicas que te hemos dado para enseñar a leer jugando a tus hijos. Te aseguramos que conseguirás buenos resultados.
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