Desarrollamos el lenguaje creando historias.

Desarrollamos el lenguaje creando historias.

Crear historias cortas es una fantástica tarea tanto para trabajar la imaginación como el lenguaje; además del puro disfrute de expresar y crear.

Inventar historias estimula, como si fuera un juego, el pensamiento, el vocabulario, el crecimiento de los procesos básico de aprendizaje… Además hacer comentarios y preguntas sobre el cuento, observar e interpretar imágenes intervienen en el proceso de aprendizaje de la lectoescritura.

Los niños muestran gran interés por el relato de historias, estimulando el desarrollo de un gran potencial en ellos.

¿Cuál es el objetivo del juego?

El objetivo de crear historias es favorecer el desarrollo del lenguaje y la estructuración del mismo. Este juego permite en los peques la adquisición de la noción del tiempo a través de la secuenciación de historias, y desarrollar actitudes de escucha activa.

¿Qué aprenden creando historias?

Como os contábamos con este juego aprenden el razonamiento lógico ya que tratan de crear historias con algún tipo de sentido para ellos.

Y también aprenden vocabulario y fluidez verbal ya que tienen que contar la historia a medida que van saliendo las imágenes en los dados.

Razonamiento lógico.
Vocabulario y fluidez verbal

¿Qué contiene el juego?

Este juego incluye:

10 maxi-dados (3,5 cm de arista)
72 pictogramas adhesivos

Edad recomendada.

La edad recomendada es de 3 a 8 años. Pero como sabemos, los juegos pueden adaptarse a las diferentes edades dependiendo del uso que le demos al juego educativo.

¿Cómo se juega?

La edad recomendada para este juego tiene un rango bastante amplio, es por eso, que dependiendo de la edad del peque con el que vayamos a jugar adaptaremos la forma de hacerlo.

– Según la edad de los niños utilizar más o menos dados.

– Para facilitar al niño el desarrollo de una historia, es aconsejable que al menos uno de los dados a utilizar contenga personajes (dado de emociones, de oficios, o de personajes de fantasía).

– Cada dado trabaja diferentes contextos: emociones, animales, transportes, alimentos, clima, personajes de fantasía, oficios, lugares, casas o viviendas, elementos varios, comportamiento y agresividad.

– Estos dos últimos contextos, comportamiento y agresividad, son opcionales. Permiten ayudar al profesional a trabajar dificultades con niños que presenten problemas de comportamiento.