La discalculia es a las matemáticas lo que la dislexia es al lenguaje, es decir, la discalculia es un tipo de dificultad que afecta al aprendizaje, en concreto al aprendizaje de las matemáticas, que afecta aproximadamente 4,5% de la población infantil.
Es raro que se diagnostique y más aun que se trate de la forma adecuada, no obstante, son muchas las formas en las que se puede ayudar a los niños que la padecen.
Qué es la discalculia: definición
Como decimos, la discalculia es una dificultad en el aprendizaje de las matemáticas, que da verdaderos problemas para el cálculo, y que normalmente no se detecta como déficit, sino que se achaca a que el niño no aprende.
Tanto padres como profesores pueden ayudar al niño a superar la discalculia o a vivir con ella, proporcionando las herramientas para que pueda mejorar sus habilidades con las matemáticas, pero también ayudándole a mejorar su autoestima.
La discalculia provoca que los niños no sean capaces de comprender y de trabajar con conceptos matemáticos. De hecho algunos de los niños que sufren este déficit tienen dificultades incluso para comprender los conceptos más básicos.
Puede afectar de diferente forma a los niños, por ejemplo, hay niños con discalculia que no entienden el por qué de los problemas matemáticos, es decir, la lógica que se usa para resolverlos, aunque pueden llegar a entender qué es lo que tienen que hacer.
Otros niños en cambio sí son capaces de entender la lógica necesaria para resolver un problema, pero no son capaces de aplicar el conocimiento adquirido cuando corresponde, o no están seguros de hacerlo de la forma correcta por lo que necesitan reforzar con ejercicios para discalculia.
Es difícil de diagnosticar porque, a muchos niños no les gustan las matemáticas, no las comprenden o no prestan atención suficiente porque les resultan difíciles, y cuando se da un caso de discalculia, en muchas ocasiones se confunde con esto.
Cómo detectar la discalculia
Uno de los síntomas que debemos tener en cuenta, y que nos puede hacer pensar en que el niño tiene este trastorno, es cuando presenta dificultad para comprender la correspondencia que existe entre la cantidad completa y el dígito.
Debemos estar atentos a una serie de signos que pueden presentar los niños y que son clave para poder detectar la discalculia:
- Confundir los signos aritméticos, por ejemplo el signo “+” lo confunden por el “–“
- Confundir signos numéricos
- Presentan errores al realizar las operaciones aritméticas básicas: sumar, restar, multiplicar y dividir.
- Muestran fallos al razonar la solución de los problemas de cálculo que se les plantean.
- Presentan mucha dificultad para realizar cálculos mentales.
- Escriben los números de forma incorrecta.
- Identifican los números de forma errónea, e incluso invierten las cantidades, por ejemplo el 69 por el 96.
- Confunden números por su forma o por su sonido.
- Tardan más de lo necesario para realizar las tareas matemáticas y con malos resultados.
- Cometen fallos al realizar una serie numérica, repitiendo u omitiendo cifras.
Problemas que acompañan a la discalculia
Este trastorno no sólo se queda en el aula de matemáticas, sino que el niño se va a ver afectado en otras muchas áreas de su vida cotidiana, ya que el cálculo y las matemáticas son parte de ella y tienen facilidad a la hora de confundir los números.
- Relaciones sociales: su baja autoestima hará que su relación con los demás sea más difícil, los deportes, los juegos, etc., habitualmente llevan asociados un cálculo de puntos, por competición, que les puede hacer rechazar simplemente la oferta de participar en ellos.
- Orientación en el espacio: no ser capaces de identificar correctamente los números de los portales, tener problemas para diferenciar cual es la izquierda y la derecha, etc.
- Problemas de coordinación: por ejemplo al calcular la distancia entre dos objetos diferentes.
- Dinero: contar el dinero para pagar una cuenta, saber cuanto se tiene o cuanto se ha gastado.
- Tiempo: dificultad para seguir los horarios, comprender lo que duran las unidades de tiempo.
- Etc.
Ejercicios para la discalculia
Existen diversas actividades para la discalcúlia que pueden ayudar a los niños. Algunas de las más sencillas son las siguientes:
Reparto
Consiste en repartir un objeto de formas diferentes según la orden que se de, por ejemplo:
- Un caramelo a cada niño
- 3 caramelos para cada niño
- repartir de todas las formas posibles 6 caramelos entre dos niños: 6-0, 5-1, 4-2, 3-3, 2-4, 1-5, 0-6.
- Darle 2 caramelos a un niño por cada 1 que le demos a otro.
Cadenas numéricas
En este ejercicio para superar la discalcúlia, los niños deben identificar los números que se encuentran definidos según su posición: por ejemplo contar 6 números a partir del dos.
Partición de un número
La partición de un número es una opción muy común en las actividades para trabajar con niños con discalculia, por ejemplo el número 20 se puede descomponer en 20+4, en 10+14, … de esta manera serán capaces de entender mejor cómo se componen y descomponen los números .
Son muchas las opciones que hay para trabajar con niños que tengan este trastorno. La discalculia se puede trabajar para poder aprender y eliminar las dificultades que presenta.
Muy interesAnte su página me sirvió un montón, gracias karina
Karina nos alegramos que te sea de ayuda.
Un saludo 🙂
Soy docente de matematicas de la escuela secundaria, podrían ayudarme q debo hacer para darme cta q alumnos presenta discalculia? Gracias Monica
Hola Mónica, suele ser fácil identificar alumnos que presentan discalculia porque tienden a equivocarse con operaciones aritméticas sencillas, representaciones gráficas, les cuesta seguir y recordar una secuencia de números, hacer mediciones y resolver problemas matemáticos de lógica, entre otras dificultades. Suelen ser niños que arrastran sus dificultades con las matemáticas desde varios cursos atrás¡Espero haberte ayudado! Un saludo.
tengo una sobrina de 25 años a la que nunca detectaron la discalculia, solamente la tenían como torpe . ¿es posible recuperar el tiempo perdido?.
Le resulta imposible encontrar trabajo si no es capaz de hacer cuentas. Por lo demás es absolutamente normal, aunque la calificaron siempre de corta… y sus padres no se dieron cuenta de que tení muchas más posibilidades
Hola Esther, lamentablemente existen muchos casos en los que no se diagnostica durante la etapa escolar problemas o trastornos del aprendizaje como la dislexia o la discalculia. Simplemente se etiqueta a esas personas de vagas, perezosas, desmotivadas o poco inteligentes y tanto ellos como su entorno crecen pensando que son así. Es un avance que tu sobrina haya podido saber que tiene discalculia (muchos nunca lo descubren) porque ahora podrá tratarla. Es importante que en cuanto pueda acuda a un psicólogo especializado en dificultades del aprendizaje para que empiece a trabajar su problema y éste le de recursos, consejos y trucos para aplicar en su día a día. Sus problemas con las matemáticas mejorarán, aunque será el especialista quién determinará el grado de mejora que puede conseguir con el tratamiento que él le ofrezca. También el uso de la tecnología y de varias herramientas disponibles pueden facilitarle sus tareas diarias (aplicaciones del móvil, programas de ordenador…). Encontrar asociaciones de personas con trastornos del aprendizaje quizá puede ser una buena idea para que con su experiencia os puedan ayudar. Espero haberos ayudado. Un saludo