La comunicación asertiva es un término que por primera vez se usó en la década de 1940. Este fue definido como un rasgo de la personalidad de los seres humanos, se describió la asertividad bajo el concepto de “la expresión de los derechos y sentimientos personales”.

Más de una década después, en 1958 Joseph Wolpe y  Richard Lazarus fueron los primeros en definir la asertividad como se conoce hoy día. Además practicaron estudios con los que demostraron que no todas las personas son asertivas y que algunas pueden serlo en algunos momentos y otros no.

¿Qué entendemos por comunicación asertiva?

La comunicación asertiva es una herramienta que les permite a las personas expresar sus ideas a través del lenguaje verbal, pero empleando también el lenguaje corporal y los gestos en un marco de respeto con los interlocutores.

Los objetivos de la comunicación asertiva son:

  •  Transmitir los pensamientos de forma clara.
  • Generar empatía con el receptor o los receptores del mensaje.
  • Permitir mantener un buen clima en la conversación.
  • Evitar generar conflicto con el otro o los demás.

Se trata de expresar lo que se desea, quiere o siente con un lenguaje tal que no parezca que se imponen las ideas al otro, pero sin omitir cuando no se esté de acuerdo con lo que el otro manifieste.

Es importante que desde temprana edad se trabaje la comunicación asertiva en los niños. Esto los ayudará a responder ante las diferentes situaciones de una forma activa, pero sin violencia ni agresividad.

Los niños necesitan relacionarse con su entorno. Es fundamental poner en práctica métodos, juegos y mecanismos que permitan que ellos desarrollen la asertividad. Esto los enseñará a mantener una relación sana, cordial y de solución ante conflictos sin propiciar algún problema adicional.

Características de la comunicación asertiva

En líneas generales, existen seis características básicas de la comunicación asertiva:

  1. Contacto visual: para demostrar interés y sinceridad. La persona que se comunica debe mirar de forma natural, amable y sin intimidar al receptor del mensaje.
  2. Una postura corporal abierta: es decir, movimientos con el cuerpo, la gesticulación  y el uso adecuado de las manos para generar comodidad.
  3. Gestos: siempre deben ser apropiados para que el mensaje a transmitir sea aceptado de la mejor manera. Tener las manos abiertas o una sonrisa ayudan a que la comunicación sea asertiva.
  4. Entonación: el tono de voz no debe ser alto, pero tampoco muy bajo. Se tiene que hablar con una modulación adecuada y moderada para evitar los gritos, palabras altisonantes o que no te escuchen.
  5. Oportunidad: el emisor debe saber el tiempo que dedica al hablar y ver si su interlocutor se muestra receptivo del mensaje. Debes percatarte de que la comunicación no verbal sea positiva viendo sus gestos, posturas, etc.
  6. Contenido: qué decir, cómo hacerlo, cuándo y dónde. Debes evaluar el estado emocional del otro para saber si está en la mejor disposición para recibir ese mensaje.

Ventajas de desarrollar esta forma de comunicación

Los expertos y teóricos de la comunicación asertiva definen varias ventajas de esta forma de comunicarse. En líneas generales estas son:

  • Hace que la persona tenga una mejor imagen de sí mismo.
  • Ayuda a disminuir la ansiedad.
  • Favorece la aceptación, el respeto hacia la persona y su interlocutor.
  • Produce bienestar emocional.
  • Promueve la empatía.
  • Favorece negociaciones y el logro de objetivos al comunicarse.
  • Hace que se puedan expresar de mejor manera sentimientos positivos y negativos.

Técnica del sándwich

La técnica del sándwich es un método aplicado en niños para mejorar sus conductas de forma positiva. En la crianza es importante reconocer que los métodos que emplean la fuerza, los castigos y los regaños no proporcionan ningún resultado bueno, sino que pueden empeorar las conductas de este y además desarrollar otros problemas en el niño.

El método del sándwich es una manera de tratar un problema con los niños sin causarles ningún daño. Esta técnica consiste en desarrollar tres pasos:

  1. Emplear un comentario que elogie una actitud o comportamiento bueno.
  2. Añadir una crítica sobre la conducta que queremos cambiar.
  3. Finalizar con un comentario positivo sobre el cambio que buscamos y que lo motive a realizarlo.

Por ejemplo, si quieres que tu pequeño aprenda a compartir sus juguetes:

  1. En primer lugar, debes decirle lo bien que te sientes al verlo jugar o que tenga tantos amigos.
  2. Luego empezar con la crítica añadiendo que debería comenzar a compartir más sus juguetes, pues es lo correcto y sus compañeros sí comparten.
  3. Por último, cierra con un mensaje motivador que le de ánimo, así como que compartir lo hará ser un mejor niño y conseguirá fortalecer la amistad con sus compañeros.

Al final de la técnica puedes dejar que el niño reflexione sobre lo que acabas de decir o preguntarle su opinión.

Esta técnica se puede empelar en casi cualquier ocasión, pero lo ideal es que se use especialmente para corregir malas conductas. Para que el método sea efectivo debes aplicarlo cuando el niño esté tranquilo, pues de lo contrario no te prestará atención.

Es importante que solo uses esta técnica en casos puntuales y realmente necesarios. Cuando se emplea en exceso puedes hacer que el niño desarrolle una predisposición a la crítica luego de escuchar un cumplido.

Ejemplos de uso de la asertividad

Algunos ejemplos básicos de asertividad son fáciles de aplicar:

Situación 1:

Unos amigos se citan a una reunión, pero sólo uno de ellos llega a tiempo, el resto se retrasa y no avisa los motivos.

  • Reacción pasiva: Conformarse con la situación, esperar a los amigos y ni siquiera pedir explicación alguna por la tardanza.
  • Reacción agresiva: Molestarse por el retraso y cuando los amigos lleguen reclamarles de forma violenta, grosera o aireada por su impuntualidad o irse del lugar sin que estén presentes.
  • Reacción asertiva: Cuando esté reunido todo el grupo, preguntar con cordialidad el por qué de la tardanza, aceptar las explicaciones y tomar las cosas sin molestarse.

Situación 2

En un restaurante le sirven una comida fría.

  • Reacción pasiva: aceptar la situación del plato y comer calladamente sin reclamar al mesonero.
  • Reacción agresiva: Gritar al camarero y reclamar enérgicamente la condición del plato usando un tono similar al de un regaño.
  • Reacción asertiva: Con amabilidad pedir al camarero con una sonrisa si puede calentarle el plato y mantener la calma.