La encopresis infantil no se debe pasar por alto pues a pesar de lo que podamos pensar los adultos, el control de esfínter es una tarea ardua para los más pequeños, ya que consiste en pasar a controlar voluntariamente los reflejos fisiológicos involuntarios.
El control esfínter anal es el primero en adquirirse, pudiendo empezar a tener lugar alrededor de los 18 meses, finalizando entre los 3 y los 5 años.
[toc]Qué es la encopresis
La encopresis consiste en la emisión repetida de heces en la ropa u otros lugares inadecuados, en niños mayores de 4 años, por lo menos una vez al mes durante al menos 3 meses consecutivos.
Debe descartarse la existencia de una enfermedad médica como puede ser el megacolon o el uso de laxantes.
Se estima que al menos el 1.5% de la población infantil presenta encopresis, dándose más en los hombres que en las mujeres, siendo mucho más frecuente la encopresis diurna que la nocturna.
Existen dos tipos de encopresis:
Encopresis retentiva.
La encopresis con estreñimiento e incontinencia por rebosamiento, conocida comúnmente como retentiva, es aquella en la que el niño o niña retiene el momento de evacuación durante un periodo elevado de tiempo, debido a esto se produce un agrandamiento del colon y una posterior distensión abdominal.
Esta distensión produce que las primeras deposiciones tengan lugar por rebosamiento, siendo escasas en cantidad y consistencia. Las siguientes tendrán una consistencia mayor, produciendo dolor al expulsarse, generando una mayor aversión y evitación a ir al WC.
Este tipo es el más común, teniendo más efectos adversos para los niños y niñas que lo padecen.
Encopresis no retentiva.
Existe otro tipo de encopresis sin estreñimiento ni incontinencia por rebosamiento, en la que la retención es mucho más corta.
Es mucho más rara y por lo general se puede asociar más a un deseo voluntario de no querer hacer las deposiciones en el WC por algún miedo o fobia o por conductas oposicionistas y desafiantes.
Encopresis en niños mayores de 10 años
Si la encopresis se manifiesta después de los 10 años de edad puede ser debido a una serie de diversos factores, estos pueden ser físicos o psicológicos y si no son identificados a tiempo pueden ocasionar severas complicaciones en el organismo o el desenvolvimiento diario del individuo.
Es importante tener en cuenta que indiferentemente de la edad del sujeto, las tensiones psicosociales son parte de los agentes que pueden afectar el control de esfínteres.
A partir de mencionada edad, la encopresis suele tener mayor impacto en la vida y el desenvolvimiento del afectado ya que el factor social suele ser determinante.
Si las pérdidas de eses fecales son repetitivas el individuo se verá afectado anímicamente provocando diversos desordenes emocionales como:
- Aislamiento social.
- Depresión.
- Ansiedad.
- Somnolencia diurna
- Mutismo.
- Irritabilidad
- Ideas de muerte
Es importante determinar la causa de este trastorno, ya que si no es tratado desde el origen con el tiempo pueden surgir otros disturbios de la excreción, complicando aun más la situación emocional del afectado.
En estos casos la ayuda psicológica es fundamental, puesto que el paciente está atravesando por una edad en la cual experimenta gran variedad de cambios tanto emocionales como físicos y la encopresis hace que sea aun más fácil la transición de de niño a adolescente o de adolescente a adulto.
Causas de la encopresis
Fisiológicas
Una posible causa de la encopresis es que la retención se produce por la impactación de las heces, produciéndose un estreñimiento fisiológico que produciría un engrosamiento del colón, lo que alteraría los receptores sensoriales del recto, provocando que la pared rectal no se contraiga adecuadamente para facilitar la evacuación.
Que el estreñimiento que provoque todo lo anterior puede deberse a factores como:
- Dieta pobre en fibra o poco variada.
- Consumo de pocos líquidos.
- Consumo alto de sal.
- Medicación.
- Defectos anatómicos.
Psicológicas
También hay causas conductuales y emocionales que podrían estar en el origen de la encopresis:
- Enseñanza inadecuada del control de esfínter. El niño no asocia correctamente las señales producidas por el cuerpo con la conducta de retención temporal y defecación.
- Asociación entre dolor o miedo y retención.
- Problemas emocionales derivados de situaciones de estrés para el niño o niña como fracaso académico, problemas en las relaciones interpersonales o problemas familiares, entre otros.
Síntomas asociados a la encopresis
La encopresis puede tener síntomas emocionales asociados como:
- Baja autoestima
- Resistencia a ir al colegio
- Dificultades para relacionarse con sus iguales
- Ansiedad ante la urgencia para realizar las deposiciones
- Actitudes oposicionistas y desafiantes
- Fobia a ir al WC
Tratamientos posibles
Tratamiento médico
- En primer lugar es necesario realizar una limpieza fecal, para lo que se emplean enemas o laxantes, durante no más de dos semanas.
- En segundo lugar, hay que regular las pautas defecatorias y facilitar su evacuación. Se suelen pautar los laxantes durante al menos 3 meses a la par de instaurar la pauta de sentarse en el WC 10 minutos dos veces al día después de las comidas.
- A nivel dietético, se recomienda aumentar el consumo de fibra y la ingesta de líquidos.
- En algunos casos se administra imipramina, ya que tiene propiedades antiespasmódicas reduciéndose la frecuencia de las defecaciones.
Tratamiento psicológico
Enseñanza de un adecuado hábito defecatorio a través de diversas técnicas como el modelado, práctica reforzada, las instrucciones o el reforzamiento positivo. La conducta estaría compuesta por los siguientes eslabones:
- Discriminar adecuadamente las señales fisiológicas previas
- Responder a las señales, reteniendo las heces hasta encontrar un lugar adecuado.
- Desnudarse en dicho lugar.
- Sentarse en el retrete.
- Relajar el esfínter externo.
Los 3 elementos principales en cualquier tratamiento de la encopresis son:
- El reforzamiento positivo.
- Sentarse en el retrete en el momento adecuado.
- Defecar en el retrete y permanecer limpio.
En el caso de la encopresis retentiva, algunos consideran que estos elementos pueden ser contraproducentes. Para que el reforzamiento positivo sea más efectivo es conveniente aplicarle mediante un sistema de economía de fichas.
Otros elementos que podrían ayudar en el tratamiento:
Reforzamiento negativo, que consiste en que el niño evita un estímulo aversivo que aparecerá si emite la conducta de ensuciarse, por ejemplo evita un enema si hace deposiciones antes del tiempo fijado.
Entrenamiento en hábitos de defecación. Lo primero es hacer que el niño se siente en el váter y defeque, para facilitarlo es preferible que se asocie con los movimientos reflejos producidos tras la ingesta de alimentos.
Por lo que lo recomendable es que se sienten después de las comidas, sobre todo después del desayuno. La secuencia de entrenamiento sería la siguiente:
- Desayunar
- Tras 15-20 minutos sentarse en el váter. Esperar 10 minutos, si ha defecado se refuerza, si no lo ha hecho no se le refuerza.
- Repetir la secuencia tras la comida y la cena.
Actividades para niños con ansiedad
Debido a que la encopresis puede resultar una situación ansiógena para el niño o niña que la padece, es importante trabajar con ellos técnicas que les ayuden a controlarlo.
Las técnicas de relajación pueden ser útiles para controlar los momentos de estrés o en aquellos casos en los que se ha asociado el momento de defecación con miedo. Algunas técnicas que son fácilmente utilizables con niños pequeños son:
- Exprime el limón. Tumbar al niño en una cama o en un sofá cómoda y pedirle que tense los grandes grupos musculares durante unos segundos y después relaje la zona. Por ejemplo, se le pide al niño que apriete las manos como si estuviera exprimiendo un limón hasta que nosotros contemos 12 para después relajarlas y centrarnos en la sensación.
- Juego de la marioneta. Tomando como símil una marioneta, le pedimos al niño o niña que se siente y se quede relajado como si fuera un muñeco de trapo, después tendrá que levantar la parte del cuerpo que le indiquemos como si notros tirásemos de las cuerdas de la marioneta.
- Apaga la vela. Ponemos una vela delante del niño o niña a una distancia media y le pedimos que sople hasta apagarla, poco a poco se la vamos acercando hasta que consigue hacerlo. Con ello conseguiremos que el niño realice respiraciones profundas y pausadas relajándose durante la actividad.
Trabajar su autoestima y percepción de autoeficacia:
La encopresis puede mellar la autoestima del niño o niña y percibirse incapaz, contribuyendo a la creación de un autoconcepto negativo.
Para ayudar a que el niño cambie esta visión, es favorable darle oportunidades de sentirse capaz de conseguir superar retos difíciles y resolver problemas por el mismo. Algunas claves para conseguirlo son:
- Dar autonomía al niño, para que se sienta importante dentro del rol familiar y gane seguridad en solventar problemas que se le presente y realizar tareas en solitario.
- Presentar pequeño retos, a través de juegos de ingenio, puzzles, adivinanzas y otros juegos que supongan una dificultad y que permitan que el niño o niña se perciba capaz en una tarea difícil.
- Facilitarla expresión emocional, para mejorar la confianza en sí mismo, la asertividad, etc. Los juegos de inteligencia emocional ayudan a trabajar este aspecto en casa.
Es de suma importancia que el niño cuente con apoyo emocional tanto familiar como profesional, así se podrán evitar futuros trastornos conductuales y el proceso para superar la encopresis infantil será menos traumático. Para mayor información sobre este u otros temas visita la página web www.akroseducational.es.
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