Un pseudo déficit, o falso déficit, consiste en un diagnóstico erróneo de un trastorno debido a que ciertos síntomas se confunden con los de otra patología, o por los de una enfermedad inexistente.

El pseudo déficit atencional

Cuando existe el pseudo déficit atencional, el paciente muestra tantos síntomas del Trastorno de Déficit de Atención con Hiperactividad que puede dar lugar a un diagnóstico de falso positivo.

Qué es el Trastorno de Déficit de Atención con Hiperactividad

El TDAH es un trastorno del desarrollo neuropsiquiátrico del niño y del adolescente, caracterizado por dificultad en la atención, impulsividad e hiperactividad. Causa un serio impacto en el rendimiento escolar y el funcionamiento social del niño. El TDAH no depende de un déficit cognitivo (retraso mental) y es uno de los trastornos infantiles más comunes; puede persistir hasta la adolescencia y la edad adulta.

Los niños con TDAH tienen dificultad para concentrarse, prestar atención, seguir una conversación, controlar su propio comportamiento, esperar su turno para hablar o para un juego, programar una tarea o completar un proyecto. Los niños hiperactivos necesitan estar continuamente en movimiento, tocando todo lo que encuentran, interrumpen la conversación, y no reflexionan sobre las consecuencias de sus acciones o sus palabras. Todos los niños pueden presentar estos comportamientos en algunas ocasiones, pero aquellos con el trastorno muestran los síntomas con más frecuencia y severidad. Para considerar los comportamientos como síntomas de TDAH deben durar por lo menos seis meses y ocurrir antes de la edad de siete años. El Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales (DSM-IV) distingue tres subtipos del trastorno: en uno predomina la desatención, en otro la hiperactividad, o también puede darse la combinación de ambas.

Aunque la enfermedad tiene un origen genético y afecta a la estructura cerebral, un niño con pseudo TDAH muestra la misma sintomatología, pero sin ningún problema neurológico subyacente. Existe el riesgo por parte de familiares o profesores, de atribuir el trastorno a un pequeño que no puede concentrarse, o molesta mucho en clase o en casa. Sólo un neuropediatra o un especialista en psiquiatría deben efectuar el diagnóstico.

Causas ambientales del pseudo TDAH

Una causa del pseudo TDAH puede ser ambiental: si un pequeño se cría en un hogar caótico, aprenderá a conducirse de forma caótica. En un ambiente familiar disfuncional el niño puede desarrollar multitud hábitos insanos para la salud física y mental, como dormir poco y mal, ver demasiada tv, carecer de normas de disciplina que seguir, etc., además de los malos ejemplos que puede recibir de los adultos de su entorno. El mal comportamiento del niño con pseudo déficit se lo inducen los adultos por una carencia de reglas, o cuando los padres educan de forma contradictoria. Puede darse por igual en niños criados en familias sobreprotectoras, y en las que son demasiado permisivas. Cada factor de riesgo por separado puede generar un pseudo déficit en el niño, pero lo corriente es que coexistan varios factores (o todos) a la vez bajo el mismo techo.

Cuando se le libera de los condicionantes ambientales, el supuesto paciente de TDAH se recupera. Una vez diagnosticado y tratado; cuando se le libera de los condicionantes ambientales, el joven podrá evolucionar normalmente acorde a su nivel intelectual.

Ansiedad y pseudo déficit atencional

La presencia de ansiedad crónica en el niño aparenta un cuadro similar al déficit de atención o a la hiperactividad. Cuando el niño recibe el tratamiento para el déficit, se deja de lado el problema real de la ansiedad. Un cuadro de ansiedad y el TDAH son condiciones que a veces se dan a la vez en la persona, y por eso la conducta (y el tratamiento) pueden confundirse. Si se analizan los síntomas sin considerar su contexto, puede tener lugar la confusión. Existen ciertas pautas para una adecuada observación de la conducta del pequeño:

Un niño ansioso es fácil que se desconcentre. La preocupación abrumadora, sus pensamientos sobre algo que le angustia, le puede acaparar toda la atención, olvidándose de lo que está ocurriendo a su alrededor en su momento presente; y por ejemplo no responde cuando se le llama, o se muestra ausente en clase. Como la preocupación ocupa todo el tiempo del niño ansioso, puede olvidar organizar su alrededor. Un pequeño presa de la ansiedad puede caer en la hiperactividad y en la agitación. La inquietud proviene de sus pensamientos, no de un problema anatómico del cerebro. La irritabilidad obedece a la ansiedad.

También los niños víctimas de abusos que sufren estrés post traumático pueden aparentar falta de atención y nerviosismo, cuando en realidad su hipervigilancia o desconcentración es producto de los malos recuerdos revividos.

El falso Trastorno de Personalidad Narcisista

El paciente con trastorno narcisista de la personalidad se caracteriza por sus ideas de grandeza, constante necesidad de admiración y falta de empatía. Reacciona a las supuestas agresiones a su ego con sentido de superioridad, arrogancia y desprecio. Nunca asume la responsabilidad por sus acciones; y reacciona a la crítica, por un lado con ira, y por otro con vergüenza. A menudo las dos caras coexisten, pero muchos narcisistas pueden mostrar más claramente una de las dos facetas.

Cuando no reciben respuestas a sus demandas constantes de trato preferente y satisfacción inmediata de sus necesidades, los narcisistas pueden enojarse, mostrar desprecio, o recurrir a la manipulación. También pueden sentirse explotados, no respetados e incomprendidos, lo que desemboca en períodos de ansiedad y depresión severa.

¿Cuáles son las causas del trastorno narcisista de la personalidad? El trastorno narcisista de la personalidad es una patología que puede ser causada por factores hereditarios complicados por los ambientales. El ambiente en el que crece el niño resulta fundamental para determinar si la tenencia hereditaria acabará por dar lugar a un adulto con el Trastorno de Personalidad Narcisista. Una causa puede ser la clase de padres que educan a un hijo convenciéndolo de su futura superioridad sobre los demás; que tiene derecho a todo sólo por ser quien es, y que su éxito en la vida está garantizado. Otros padres educan a los niños con sobreprotección y exceso de permisividad; y la ausencia de reglas resultan igualmente perjudiciales para el futuro adulto. En otras ocasiones, el niño no recibe ninguna educación para entender su mundo emocional, y desconoce cómo gestionar sus estados de ánimo. También existen casos de niños que fueron víctimas de humillaciones, sobre todo en ambiente escolar, que desarrollaron el trastorno.

Diferencias entre el Síndrome de Asperger y el Trastorno de Personalidad narcisista

Por la coincidencia de algunos síntomas, existen enfermos del Síndrome de Asperger diagnosticados como narcisistas. El error puede partir del egocentrismo del paciente de Asperger, su lenguaje corporal y la escasa empatía por los demás. Sin embargo, bajo la apariencia, las diferencias son muchas: el paciente de Asperger no es tan buen comunicador como un narcisista; de hecho, alguien con Asperger quiere y necesita integrarse con demás personas, pero no sabe cómo lograrlo. El narcisista puede alternar épocas de sociabilidad y de menosprecio a la gente, y volver cuando quiere a ser sociable, mientras que el enfermo de Asperger no sabe ser de otra manera; se aísla para protegerse, como una forma de controlar su dolor emocional. El paciente de Asperger trata de entender a los demás y no puede, mientras que al narcisista patológico no le interesa entenderlos.

En Akros trabajamos a diario para ofrecer a padres y profesores las mejores opciones para tratar trastornos y discapacidades de pequeños y adultos. Es importante observar al niño desde muy temprana edad especialmente en su comportamiento ante situaciones puntuales que requieran cierto control del menor.

Si empezamos a observar comportamientos anómalos para la edad del pequeño, es importante poneros en manos de profesionales para descubrir un posible trastorno. En muchos casos pueden ser, como hemos explicado anteriormente, falsos diagnósticos causados por una similitud muy acercada de los síntomas reales a un específico trastorno. Por ello, es conveniente proporcionar al médico toda la información personal requerida, con el objetivo de relacionar su comportamiento con unas carencias sociales y caos personal o si realmente sufre algún tipo de trastorno.