Para poder ayudar a nuestros pequeños con sus deberes escolares suele ser necesario que estemos informados de cómo se hace su tarea. Muchas veces eso requiere que recordemos operaciones matemáticas que ya hemos dejado atrás hace muchos años y cuya práctica se nos dificulta si no indagamos un poco al respecto.

Nosotros te enseñaremos todo aquello que debes saber para lograr ser el maestro ideal de tu hijo en casa, y que puedas ayudarlo a salir adelante con cualquier problema de matemáticas que se coloque en su camino.

Para enseñar mates hay que saber

Tal es la afirmación que realizó el profesor Oscar Eugenio Tamayo en su charla “Conocimiento sobre el aprendizaje en Dominios Específicos” realizada en la jornada de docencia del año 2007. No es más que un apelativo a la lógica y el sentido común: si queremos ayudar a nuestros hijos con la matemáticas nosotros también debemos saber cómo lidiar con ella.

Esto no quiere decir que debas cambiar tu especialidad en la vida para convertirte en profesor de matemáticas y saberlo todo, pero sí que tengas suficientes conocimientos para resolver los temas más básicos que se le presentarán a tu hijo o hija, como fracciones o ecuaciones. ¿Te acuerdas de ellas?

Igualmente, puede ocurrir en las escuelas que los profesores puedan explicar los ejercicios y operaciones de formas muy complicadas para que tu niño las entienda. En ese sentido, hay dos cosas que debes hacer:

  • En primer lugar, debes buscar una forma más didáctica, ya sea con juegos o apoyo visual, de que el niño pueda llegar a la resolución de los problemas de manera más sencilla y rápida, evitando los ejercicios de memoria y trabajando más con el razonamiento lógico.
  • Luego, es necesario que te pongas en contacto con el profesor de la escuela y hables con él acerca de las dificultades que está teniendo el niño. De esa forma, el docente podrá implementar prácticas más didácticas y, además, le prestará especial atención a tu hijo para que no se atrase con respecto al grupo.

Dificultades a la hora de aprender matemáticas

Si nuestro niño o niña presenta retraso con respecto al resto de su grupo en el área de matemáticas, tal vez nos empecemos a preguntar qué es lo que está pasando que no logra avanzar.

Cuando le proporcionamos guiatura en casa se hace más que visible para nosotros su nivel de frustración al no lograr realizar operaciones matemáticas sencillas. Por eso es tan importante que se realice el refuerzo en casa, pues podemos descubrir estos llamados de atención como padres.

Al ver que existen dichas dificultades podemos poner la lupa sobre dos defectos del desarrollo y aprendizaje de operaciones matemáticas, tales como la acalculia y la discalculia.

Acalculia

La acalculia es la imposibilidad de realizar procesamientos matemáticos de cualquier tipo debido a fallas que se encuentran directamente en el cerebro. No se está hablando de una dificultad para procesar los números y las operaciones matemáticas por problemas de aprendizaje (discalculia), sino una imposibilidad físico-neuronal que pudo haber sido ocasionada por lesiones en el cerebro.

Los expertos han reconocido que existe una clasificación para la acalculia. Esta se divide en dos, la primaria y la secundaria.

  • Acalculia primaria: Es aquella que se entiende directamente como un defecto en las habilidades para realizar cálculos. La gravedad de esta acalculia se entiende en la medida en que el sujeto no puede entender conceptos numéricos. Es decir, no logra entender cifras y cantidades, al mismo tiempo no puede realizar operaciones sencillas como suma o resta e incluso confunde los signos aritméticos. La Acalculia primaria se produce por una lesión en el frontal del hemisferio izquierdo.
  • Acalculia secundaria: Esta puede dividirse, a su vez, en varios tipos, dependiendo de a qué se vean asociadas. Tendríamos entonces:
    • Afásica: los problemas de cálculo se relacionan con problemas lingüísticos.
    • Agráfica: no le es posible escribir cantidades
    • Aléxica: se dificulta el reconocimiento de los signos numéricos en su lectura.
    • Espacial: en este caso, el cálculo crea discordancia en el razonamiento espacial.
    • Frontal: puede variar dependiendo de la lesión frontal, pero se inclina hacia distinguir estrategias de resolución de problemas matemáticos.

Discalculia

También se conoce como dificultad en el aprendizaje de las matemáticas (DAM), y tal como su nombre lo indica es un defecto de aprendizaje más que una enfermedad. Suele ser relacionada a la ya conocida dislexia pero extrapolada al ámbito de los números y las operaciones matemáticas.

¿Cómo saber si mi hijo o hija sufre de discalculia? Las calificaciones en matemáticas y otras áreas relacionadas con los números suelen descender o mantenerse siempre bajas, y resulta muy visible su frustración ante problemas de dificultad moderada. Muchas veces, pueden existir inconvenientes identificando señas y hasta direcciones.

Si un niño es diagnosticado con discalculia no quiere decir que está incapacitado para efectuar operaciones numéricas, solo debe ponerle más cuidado que el resto de los niños. En ningún sentido será ese indicativo de un coeficiente intelectual inferior, pues suelen tener un coeficiente normal o incluso más elevado.

Este trastorno del aprendizaje puede ser separado en grupos y se clasifica de la siguiente manera:

  • Discalculia primaria: el trastorno solo aplica a los cálculos.
  • Discalculia secundaria: suele existir confusión en los signos numéricos y las operaciones que los ven incluidos.
  • Disaritmética: el problema reside en el aprendizaje del mecanismo de numeración y el vocabulario que se le asocia a este y a las operaciones aritméticas.
  • Discalculia espacial: problemas para colocar en orden los números en estructuras espaciales.

El método Singapur de aprendizaje

El método Singapur fue desarrollado por el profesor Yeap Ban Har, quien se encargó de perfeccionarlo durante los 25 años que estuvo desempeñando su carrera de docencia. La premisa de su trabajo es que las matemáticas pueden ser una actividad divertida para cualquier niño.

Este método se centra en la resolución de los problemas, a la que se llega gracias a experiencias concretas y visuales que se les proponen a los niños en el trayecto. Hoy en día, se puede encontrar al profesor Ban Har dando clases a profesores en el instituto Marshall Cavendish de Singapur para que ellos también puedan implementar dicho método en sus clases.

Como padre, lo mejor que puedes hacer es aprender este método a la par de tu hijo si se lo están enseñando en la escuela, para que luego sepas cómo resolver los problemas con él. En caso de que no se lo enseñen, pero tú lo quieras implementar, siempre puedes ingresar en cursos online e instruirte.

Ventajas de aprender matemáticas jugando

Los niños son capaces de absorber mucho más rápido el conocimiento cuando se les presenta de forma más didáctica. De esa forma, no se trata solamente de memorizar una serie de reglas sin comprender de dónde vienen y para qué las utilizarán luego. Cuando hacemos que el aprendizaje sea como una actividad más dentro de su agenda de juegos, podrán aplicarlo en el resto de sus actividades diarias.

Sabemos que la mejor manera de aprender es aplicando los conocimientos a cada momento y para que no se haga repetitivo puedes recurrir a juegos y materiales que pondrán emoción a la rutina de aprendizaje.

¿Qué mejor forma de aprovechar el enorme potencial que tienen los niños que a través de sus cinco sentidos? En el trayecto al aprendizaje tú también podrás disfrutar de tiempo de calidad con tus hijos mientras realizan otra actividad sumamente productiva. En Akros existen muchos juegos que podrán asistirte con eso, conoce lo que tenemos para ofrecerte.