La conducta agresiva en niños es uno de los trastornos infantiles más complicados para los padres.
El término agresividad en niños, por muy duro que pueda sonar, recurre al daño físico y psicológico por parte del menor hacia el resto de personas de su entorno. En ocasiones se focaliza sobre los padres y en otros casos, con todo el mundo. Normalmente los niños agresivos se reconocen por sus acciones violentas que pueden ser arañazos, gritos, empujones, palabrotas, mordidas, tirones del pelo, etc.
Los recién nacidos tienen desde su primer día impulsos de amor o impulsos con cierta agresividad como puede ser un llanto muy fuerte. Estos sentimientos se van guiando y evolucionando con el tiempo y con el cuidado de los padres.
Es importante saber que una buena base educacional puede evitar ciertas situaciones de agresividad y mal carácter. Los vínculos afectivos desde el nacimiento son claves para el desarrollo afectivo del pequeño y sus futuras relaciones sociales. Su personalidad se formará y evolucionará a partir de su visión del mundo.
¿Cómo actuar ante un niño agresivo?
Pediatras y psicólogos recomiendan una serie de pautas a seguir ante la agresividad de un niño. En Akros además te proporcionamos y aconsejamos sobre una serie de juegos y actividades enfocadas a canalizar y disminuir la agresividad en tu hijo;
- Mantener la calma. Los profesionales aconsejan evitar alzar la voz y los castigos físicos. Si le gritas, o le pegas tú misma estarás dando una imagen de violencia que puede aplicársela indirectamente como ejemplo en situaciones futuras. Si, por otro lado, tu hijo observa cómo te controlas, ese será el primer paso para que aprenda a controlar su propio carácter.
- Establece ciertos límites siendo firmes en la decisión.
- Recompénsale por su buen comportamiento. Por ejemplo cuando controle su agresividad para pedir o hacer algo y lo haga mediante las palabras. Dile lo bien que lo ha hecho para que él mismo sea consciente.
- Actúa con actos ejemplares. Si por ejemplo el niño empieza a comportarse de forma agresiva con otros niños en el parque, sácalo de ahí y siéntalo a tu lado y explícale que podrá volver a jugar cuando esté calmado y preparado para relacionarse sin hacer daño a otros niños.
- Debe pedir perdón. Enséñale también a decir lo siento, quizá al principio no sea muy sincero, pero con el tiempo irá entendiendo más el hecho de si se hace algo mal la necesidad de pedir disculpas.
Niños agresivos en el colegio
Muchos padres con niños con este tipo de conducta son llamados la atención por parte de los docentes de su colegio. El profesorado no se hace cargo de la agresividad del pequeño y de las posibles lesiones que pueda ocasionarles a otros niños. Exclusivamente el profesor o director impone (generalmente) el castigo de quedarse sin recreo.
Los profesionales de Akros recomiendan a estos padres que se pongan en manos de expertos en conducta infantil y le den a su hijo el tratamiento eficaz que necesita.
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