En Akros te enseñamos los mejores consejos para que aprendas a tener un hábito de estudio

El estudio no significa solo estudiar la noche anterior al examen, ya que esto solo provoca muchos nervios, estrés y ansiedad entre los estudiantes. Nunca es demasiado temprano o demasiado tarde para optimizar el rendimiento académico mediante estrategias y técnicas de estudio que pueden ayudarte.

Cuanto antes te adentres en un buen ritmo de estudio, más fácil será todo y mayores serán las posibilidades de obtener buenas notas. Estos son nuestros mejores consejos para sacar el máximo provecho del estudio.

Técnicas de estudio tradicionales

En otros tiempos se decía que con solo memorizar textos ya se había estudiado, lo que es totalmente falso e ineficaz. El estudio tradicional, consistía en aprender de memoria los textos, pero la idea está totalmente desfasada.

Hoy en día ya no es así, ahora tenemos a nuestro alcance técnicas modernas que ofrecen mejores resultados, más eficaces y creativos. Lo más importante es optimizar el rendimiento y tener capacidad de aprendizaje.  A continuación, te nombramos algunas estrategias y técnicas efectivas para mejorar en el estudio.

Subrayar

Una de las técnicas más simples, se trata de destacar con un rotulador, bolígrafo o lápiz parte de los temas más importantes. Significa sintetizar información, es decir separar lo temas esenciales de la lección.

Además, conviene usar distintos colores, así resultará más fácil organizar la lectura. Primero debes leer el texto a nivel general para extraer su sentido y después subrayar lo más relevante para continuar con el estudio.

Hacer apuntes propios

Le pasa a todo el mundo, pensamos que recordaremos algo que es demasiado importante para olvidar; incluso si tomas apuntes, no significa que lo estés haciendo de manera efectiva. Es importante familiarizarse con las estrategias para tomar apuntes y encontrar la que mejor se adapte a tu estilo.

Algunos estrategias efectivas incluyen: prestar atención a las palabras y encabezados en negrita, trabajar las ideas principales en conceptos fáciles de entender, resaltar los subtítulos, usar notas adhesivas, tarjetas de índice, gráficos, cuadros y diagramas, asegúrate de que los apuntes tomados respondan y hagan referencia a los objetivos y preguntas que acompañan a cada lección.

Realizar un mapa mental

Un mapa mental es una especie de marco, es una forma de ayudarte a organizar, visualizar y resumir. Su propósito es brindarte una mejor manera de almacenar información en una sola página. Muchos temas pueden ser estudiados y revisados ​​de manera más fácil.

A muchas personas los elementos visuales les ayudan a retener mejor la información en sus estudios, si eres uno de ellos, te recomendamos que utilices mapas mentales. Estos,  se pueden hacer a mano o usando un programa especial en el ordenador y se usan para tomar notas en clase, encontrar ideas principales, estudiar para los exámenes e intercambiar ideas.

Es importante el uso de esquemas y anotaciones que te simplifiquen los conceptos de manera visual

Dibujar conceptos

Relacionar conceptos con dibujos hace más fácil su memorización, es bueno para los estudiantes más visuales. Es un excelente método mnemotécnico y se puede complementar junto con el mapa mental, ya que ayuda de forma eficiente la asimilación en el estudio.

Utilizar fichas de estudio

Son muy efectivas para absorber datos concretos, por ejemplo números o palabras. De esta manera, el estudio es mucho más dinámico y sencillo puesto que permiten ser consultadas fácilmente.

Usar reglas mnemotécnicas

Una regla mnemotécnica es muy útil en el momento de memorizar listas de palabras o conjuntos. Este método, consiste en asociar una lista de palabras a un término más fácil de recordar y que nos es más familiar.

Hacer ejercicios prácticos

La mayoría de las veces la teoría se hace más comprensible si la hacemos realidad con un caso práctico en concreto. Este sistema es importante para materias como las matemáticas, la física, química y en general todas aquellas asignaturas que contengan números, símbolos o problemas.

Realizar autotest

Ponte a prueba realizando autotests. Estos, nos ayudarán a identificar aquellas partes que llevamos más flojas, de esta manera podremos enfocarnos en áreas que debemos fortalecer. De manera, que crear autotest es un excelente método final antes del examen.

Brainstorming entre compañeros

Esta técnica se aconseja realizarla en grupo y es muy divertida. El brainstorming, también conocida como lluvia de ideas, consiste en reunirse con otros compañeros para añadir ideas relativas a una área en concreto.Además, puede servir para estudiar un examen, intercambiando los papeles de educador y alumno, especialmente si la prueba es oral.

El trabajo en grupo es más dinámico y puede ayudarnos a fijar conceptos con las palabras de otro

Proyectar el propio plan de estudios

Organiza un plan de estudios de la manera más efectiva posible. Planear con anticipación ahorra tiempo, preocupaciones y energía. El siguiente paso es priorizar las tareas: decide qué tareas son las más importantes y cuáles deben completarse primero. Otros consejos para la planificación son: no demorar en tareas pequeñas, dividir tareas complejas en tareas pequeñas, arreglar el entorno de trabajo para que esté más limpio y menos desorganizado.

Los mejores métodos de estudio

A continuación te mostramos los métodos de estudio más eficaces.

Práctica

Los especialistas sitúan entre las técnicas para estudiar más exitosas la realización de ejercicios y cuestionarios. Además, optar por la repetición de los problemas y casos que hiciste en clase o por actividades prácticas semejantes, hará que aprendas mejor y a más largo plazo. Los especialistas afirman que de esta forma se logra conectar conocimiento y utilidad real.

Descansos programados

Es importante tomar descansos mientras estudias, especialmente si te sientes cansado o frustrado. Trabajar demasiado tiempo en una tarea puede disminuir su rendimiento. Cuando tomes un descanso, asegúrate de alejarte del escritorio o espacio de estudio. Un poco de ejercicio físico o incluso un paseo alrededor de tu casa, a veces puede ayudarte a ver un problema de una manera diferente e incluso resolverlo.

Combinación de distintas materias

Es recomendable no solamente enfocarse en una materia, sino combinar distintas. De este modo, vas más allá de la memorización y alcanzas niveles de aprendizaje superiores. Además, el espaciado y la mezcla de asignaturas hacen que seas capaz de diferenciar mejor los problemas y de encontrar la solución con más agilidad.

No rehuir los retos

Otra creencia es que cuanto más fácil es el contenido a estudiar, más sencillo es su aprendizaje. Frente a esto, se les exige a los educadores elevar el nivel y poner ciertas dificultades para potenciar el esfuerzo de los alumnos. Se convierte en un reto para que no rehuir del estudio, ya que con esto lograrás un aprendizaje más potente y tendrás mayor facilidad para integrar conocimientos y ponerlos en práctica.

Persistencia vs. confianza

Los especialistas plantean otra cuestión importante. ¿Eres de los que siempre confían en su inteligencia? Si es así, puede ser un arma de doble filo. Los estudios afirman que aquellos que en vez de confiar se orientan en adquirir nuevas habilidades, obtienen mejores resultados. Esto es así porque la perseverancia es un factor esencial, junto a las técnicas de estudio, para lograr un aprendizaje sencillo y, a la vez, exitoso.

Cómo organizar el año académico

Organizar bien el año académico es algo sencillo que la mayoría de las personas fallan en su ejecución y es fundamental para alcanzar el éxito en los estudios.

Calcular el tiempo hasta cada examen

Es útil tener algunos planes en marcha para que puedas aprovechar al máximo el tiempo de estudio antes del examen.

  • Configura alarmas para recordar los tiempos de estudio. Un recordatorio regular te mantiene concentrado y con el plan en marcha.
  • Usa un planificador de pared, pega un calendario o un planificador de pared para que puedas verlo cuando estés estudiando. Marca fechas importantes, como exámenes y fechas de vencimiento de tareas. Úsalo para bloquear tu horario de estudio regular también.
  • Crea listas de tareas, enumera las tareas divididas en partes manejables. Al comienzo de la semana, haz una lista de las cosas que debes haber hecho al final de la semana. También haz una lista de tareas al comienzo de cada sesión de estudio, para que tengas claro lo que haces con tu tiempo.

Cada asignatura te llevará su tiempo, no te agobies y descansa cuando lo necesites

Calcular la velocidad de estudio por cada asignatura o materia

Antes de comenzar la sesión de estudio, echa un vistazo a tu lista de tareas y calcula cuánto tardarás en estudiar un tema de cada materia. Estudia 10 páginas de un tema para saber cuánto tiempo real (en horas) te lleva. Si no haces algo en el tiempo establecido, evalúa si es el mejor uso de tu tiempo para seguir adelante o cambiar tu forma de estudio.

Estimar el tiempo necesario para el temario

Revisa el número de temas que tienes para estudiar y divídelo entre el tiempo que te ha llevado estudiar cada tema para hacerte una idea del tiempo que necesitas.

Distribuir el tiempo de estudio hasta el examen

Al distribuir el tiempo de estudio para el examen piensa en lo que debes lograr, en los tipos de preguntas que se pueden incluir en la prueba y los temas que se tratarán para que sepas en qué debes centrarte. Establece objetivos específicos para cada sesión de estudio, como por ejemplo cuántos temas cubrirás al final de la sesión.

Establecer objetivos temporales

La buena administración del tiempo está planeando con anticipación: semanas, meses y cuatrimestres. Una vez que te das cuenta del tiempo que dispones para tus asignaturas puedes establecer objetivos concretos distribuyendo tu carga de trabajo en cuatrimestres.

Plasmar la planificación en papel

Ahora es momento de elaborar tu planificación personal, toma papel y bolígrafo, empieza a anotar. Lo plasmado en papel es más probable que se cumpla y no se quede en el aire.